BOLETÍN DIGITAL No. 543 ¿SOMOS REALMENTE LO QUE COMUNICAMOS?
¿SOMOS REALMENTE LO QUE COMUNICAMOS?
‒ “Hablar con el Corazón” ‒
El mensaje del Papa Francisco para la 57 Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, hecho público el pasado 24 de enero (día en que se celebra la memoria de san Francisco de Sales, patrono de los periodistas) tiene una vigencia extraordinaria. No obstante, la Jornada se celebrará el próximo 17 de mayo, la petición del Papa se transporta a las comunicaciones sociales y a las comunicaciones personales: “Hablar con el corazón”.
“Hoy día, en el dramático contexto del conflicto global que estamos viviendo, es más necesario que nunca que se afirme una comunicación no hostil. Una comunicación abierta al diálogo con el otro, que favorezca un desarme integral, que trabaje para desmontar la psicosis bélica que se anida en nuestros corazones”, ha pedido el Pontífice en su mensaje de este 2023.
Nos gustaría que el “hablar con el corazón” estuviera no solo en la ética de los medios de masas, sino en cada uno de los usuarios de redes sociales, de internet, de Instagram, Tik-tok, Facebook o de WhatsApp. También en las aulas, en los talleres, en la calle, en la oficina, en la propia Iglesia. Que desapareciera –es difícil, lo sabemos—la “Psicosis bélica” de nuestra mente. El otro no es un enemigo. El otro es un fin en sí mismo, aunque piense diferente.
No, no esa “tolerancia” ramplona que aguanta a los demás porque no tiene más remedio que hacerlo. Una comunicación abierta al diálogo es una palabra dicha y escuchada desde lo profundo de nuestro ser: ahí donde anida lo que los humanistas llaman “el patrón que interconecta”: el puente entre las dos orillas del mar que es el vivir juntos.
Como cristianos estamos aún más claro que en el corazón del hombre, gracias a su conversión, se decide el destino de la paz. Del corazón brotan las palabras justas para disipar las sombras de un mundo cerrado y dividido y construir una civilización mejor que la recibida.
El Papa Francisco, apela al esfuerzo de cada uno, pero sobre todo a la responsabilidad de los agentes de la comunicación, e invoca la ayuda del Señor para “hacer nuestra comunicación libre, limpia y cordial”, “desarmar la hostilidad que divide”, “decir la verdad en la caridad” y “sentirse guardianes los unos de los otros”.
P. Adrián Hernández Martínez. Vicario.
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