BOLETÍN DIGITAL No. 543 LOS MAESTROS DE NUESTRA VIDA
LOS MAESTROS DE NUESTRA VIDA
‒ Sus enseñanzas nos forjaron ‒
Quién de nosotros no tiene vivos los recuerdos de sus maestros, alguno de ellos marcó nuestra vida para siempre, y es que ellos nos enseñaron tanto que no podemos decir cuánto. Hemos llegado a esta vida sin saber absolutamente nada; todo lo hemos aprendido al paso del tiempo, y lo que nos falta.
Mucho de lo que sabemos lo aprendimos en la familia, nuestros padres fueron los primeros maestros de nuestra vida. Pero cuando entramos a la escuela fuimos aprendiendo a pintar, dibujar, leer, escribir, sumar, restar, las matemáticas siguieron complicándonos la vida. Lo que aprendimos lo traemos cargando en nuestra historia personal, pareciera que lo hemos olvidado, pero no es así.
Cuánto agradecimiento hay que tener con nuestros maestros, especialmente con quien nos enseñó a leer, porque desde entonces nuevos mundos aparecieron ante nuestros ojos. Quién nos inyectó la manía de leer libros de inicio a fin. Quien puso por primera vez un libro en nuestra mano. Quien nos sigue preguntando: Ahora, ¿qué andas leyendo? Estos maestros tienen grandes monumentos en los agradecimientos que les tenemos.
Los maestros son forjadores de pensamientos que construyen vidas. La vida de cada uno no sería la misma sin ellos. Como dice algún autor, “el maestro es la oportunidad para el alumno”. Hermosa oportunidad de que hayamos coincidido con ellos. De manera personal siempre he tenido en alta estima su persona y su vocación. Las enseñanzas de ellos han hecho que el espíritu se eleve a distancias inauditas y podamos contemplar lo divino.
No olvidemos que para quienes creemos en Dios, nuestro Maestro es Jesucristo. Sus palabras son de vida eterna. ¡Feliz día estimados maestros! ¡Dios les bendiga!
P. Matías Reyes Salazar.
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