BOLETÍN DIGITAL No. 531 “FELICES LOS PERSEGUIDOS POR CAUSA DE LA JUSTICIA” (Mt 5,10)

“FELICES LOS PERSEGUIDOS POR CAUSA DE LA JUSTICIA” (Mt 5,10)

‒ 20 de febrero: Día Mundial de la Justicia Social ‒

Existe un “incremento del número de pobres y el enriquecimiento casi ilimitado de unas cuantas personas. Esto ha traído en consecuencia una cultura de exclusión y enormes desigualdades entre las personas, prevaleciendo de hecho una mentalidad individualista y consumista, que ha venido a suplantar las tradiciones y costumbres solidarias de nuestros pueblos” (VI PDP Marco de realidad n° 30). Además, se da en nuestra realidad diocesana el analfabetismo, el desmantelamiento del sistema de salud, el desempleo, etc. 

El 20 de febrero se celebra el Día Mundial de la Justicia Social buscando concientizar a la población e impulsar acciones orientadas a que exista mayor justicia social y, sobre todo, erradicar la pobreza y promover el empleo y trabajo dignos para todos.

Nuestro Plan Diocesano nos ofrece luces para entender y promover la justicia social. “Dios, en su señorío y en su proyecto providente, ha destinado la tierra y todo lo que ella contiene para uso de todos los hombres y pueblos, de tal manera que los bienes creados deben beneficiar a todos de manera justa y caritativa” (MD nº141), ya que “la dignidad de la persona exige una situación de vida más humana y más justa” (n° 142).

Cierto que “la vida económica no tiende solamente a multiplicar los bienes producidos y a aumentar el lucro o el poder, sino que está ordenada al servicio de las personas, del hombre entero y de toda la comunidad humana” (139). De ahí que “la eficacia o competitividad no pueden estar reñidos con la justicia social” (143). Entonces “el ideal cristiano propone que las personas puedan ser sujetos de su propio desarrollo para vivir en condiciones más humanas” (133). Ser constructores de paz es promover el desarrollo integral.

La justicia social es ir más allá de la justicia legal: “Si su justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entrarán en el Reino de los cielos” (Mt 5,20). Jesús nos alienta al decir que tener hambre y sed de justicia nos trae felicidad y agrega: “Felices los perseguidos por causa de la justicia” (Mt 5,10). Es el caso de monseñor Rolando Álvarez, obispo de Nicaragua, condenado a 26 años de cárcel por denunciar las injusticias. Oremos por él. 

P. Florentino Lucas Valdez.                                                                                                                    Párroco.                                                                                       


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