BOLETÍN DIGITAL No. 526 “VENGAN A MÍ TODOS LOS ESTÁN AGOBIADOS” (Mt 11,28)
“VENGAN A MÍ TODOS LOS ESTÁN AGOBIADOS” (Mt 11,28)
‒ Día mundial de la lucha contra la depresión ‒
En México, 15 de cada 100 habitantes padece depresión, pero la cifra se queda corta, porque existen algunas personas que jamás han sido diagnosticadas y viven hasta 15 años sin saber que tienen esta afección (cfr. El Financiero, Los efectos secundarios de los antidepresivos, 13/01/23). El pasado 13 de enero se celebró el Día Mundial de la Lucha contra la Depresión, buscando sensibilizar, orientar y prevenir sobre esta enfermedad y procurar la salud mental.
La depresión se produce por la interacción de unos determinados factores biológicos como cambios hormonales o alteraciones en los neurotransmisores cerebrales como la serotonina, la noradrenalina y la dopamina. Además, por circunstancias estresantes en la vida afectiva, laboral o de relación y de personalidad o conjuntamente con otros trastornos mentales y otras enfermedades como diabetes, cáncer, enfermedad cardíaca y dolor crónico.
Algunos síntomas de la depresión son: sentimientos persistentes de tristeza, ansiedad o vacío; desesperación o pesimismo; irritabilidad, frustración o intranquilidad; sentimientos de culpa e inutilidad; pérdida de interés o placer en las actividades cotidianas; cansancio; dificultad para dormir, o dormir demasiado; cambios en el apetito o en el peso sin razón; dolor de cabeza, problemas digestivos sin causa física aparente; intentos de suicidio o pensamientos sobre la muerte (cfr. El Financiero, Síntomas de la depresión, 10/10/22).
El tratamiento clínico para esta enfermedad mental es una serie de medicamentos llamados antidepresivos. Estos deben ser recetados por un profesional y saber que varios de ellos tienen efectos secundarios sobre quienes los consumen: nauseas, mayor apetito y aumento de peso, fatiga y somnolencia, insomnio, boca seca, estreñimiento y mareos.
“Procuremos estar cerca de los que están desesperados, muchas veces escuchando simplemente en silencio porque no podemos ir a decirle a una persona: Escúchame, yo te doy la receta. Junto al acompañamiento psicológico, las palabras de Jesús también ayudan, ofrecen consuelo y cuidado: Vengan a mí todos los que están fatigados y agobiados y yo les daré descanso” (Papa Francisco, video las personas que sufren depresión, 03/11/21).
P. Florentino Lucas Valdez. Párroco.
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