BOLETÍN DIGITAL No. 523 LA CULTURA DE LA VIOLENCIA DEL PODER
LA CULTURA DE LA VIOLENCIA DEL PODER
‒ Los Santos Inocentes ‒
El 28 de diciembre se celebra el “Día de los Santos Inocentes”, fecha en la que se acostumbra hacer bromas a familiares, amigos y a todo el que ande despistado. La frase típica después de cada broma es “Inocente palomita que te dejaste engañar”. Así que recuerda, hay que andar bien despierto y no creas todo, puede que sea una broma. Pero, ¿de dónde viene esto?
“Cuando Herodes se dio cuenta de que los magos lo habían engañado, se puso furioso y mandó matar, en Belén y sus alrededores, a todos los niños menores de dos años conforme a la fecha que los magos le habían indicado” (Mt 2,16). Herodes manda matar a Jesús, de quien se dice que será rey de los judíos.
Se trata de un motivo que forma parte de una cultura violencia del poder, que tiene que matar a los niños para sobrevivir, porque todo niño es en el fondo una amenaza para un sistema centrado en sí mismo: “¿Qué será de este niño?” (Lc 1,66). “La muerte de los inocentes constituye un ejemplo de las implicaciones del poder establecido, que no le queda más que emplear la espada para sostenerse, en contra de aquellos que lo amenazan” (Pikaza X., Inocentes de Belén: ¿Daño colateral o asesinato?, Religión Digital, 07/01/13).
Herodes es un rey que quiere mantenerse en el trono y que para ello no tiene más remedio que controlar y, si es necesario, aniquilar a sus contrincantes, matando a los inocentes por defensa de su reino. Un niño salvado es siempre un potencial de cambio, un salvador, a no ser que la cultura dominante lo destruya o manipule. Jesús fue un niño salvado y salvador, una acusación para toda cultura que vive de manipular a niños y pequeños (cfr. Ibid.).
La matanza de los inocentes de Belén tiene como trasfondo a una humanidad que está corriendo el riesgo de matar a sus hijos y destruirse a sí misma. Para esclavizar a una población hay que empezar dominando, controlando, manejando, manipulando mentalmente, a los más pequeños. ¿Qué tanto somos Herodes? ¿Cómo se da esto en México? ¡Cuidado con las inocentadas! Por eso, la liberación de un niño es principio de salvación. Dios dirige con su providencia al Niño Jesús para hacerlo salvador de todos. ¡Cuidemos también nosotros a los niños!
P. Florentino Lucas Valdez. Párroco.
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