BOLETÍN DIGITAL No. 512 DIOS ES MESTIZO
DIOS ES MESTIZO
‒ Día de la raza ‒
En este mes celebramos un acontecimiento que ha marcado nuestra historia. El “Día de la Raza”, es una de varias denominaciones que se le da al 12 de octubre, día en que se conmemora la navegación y exploración del continente americano por Cristóbal Colón en 1492. Este día se conmemora el mestizaje, esa nueva identidad cultural producto del encuentro y fusión entre los pueblos indígenas de América y los españoles.
Los diversos acontecimientos pueden convertirse en “oportunidades salvíficas” (kairós). El mandato de Jesús: “vayan y hagan discípulos a todos los pueblos” (Mt 28,19), se cumplió y el Evangelio llegó a estas tierras con todas las condicionantes de aquella época. Pero esto fue el comienzo y desarrollo de la Evangelización del Nuevo Mundo (Cfr. Discurso sobre la historia de la evangelización de América, Juan Pablo II, 14 de mayo, 1992).
Dios ya estaba en nuestras culturas originarias. “Las semillas del Verbo son un reflejo del único Verbo de Dios que ilumina a todo hombre y son efecto del Espíritu de verdad que actúa más allá de los límites visibles de la Iglesia y que están presentes en las culturas autóctonas de nuestros pueblos originarios”. Por eso, nuestra Diócesis “está llamada a escuchar, valorar y potenciar estas semillas del Verbo, en actitud de permanente discernimiento eclesial” (Marco Doctrinal n° 128, VI Plan Diocesano de Pastoral).
El día de la raza es celebrar a todas las razas, son diferentes, ninguna es superior. La Virgen de Guadalupe se mestizó, pero no sólo con el pueblo, se mestizó con la humanidad. Ella mestizó a Dios. Y ese es el gran misterio: María Madre mestiza a Dios, verdadero Dios y verdadero hombre, en su Hijo (cfr. Papa Francisco, homilía, 12 diciembre 2019).
Tener conciencia de nuestra identidad es “reconocer que el Señor es Dios, que Él nos hizo y somos suyos” (Sal 100,3). Somos imagen de Dios y tenemos una dignidad que nada ni nadie nos puede arrebatar (Cfr. Gn 1,26). “Todo hombre y toda mujer por insignificante que parezca, tiene en sí una nobleza inviolable que ellos mismos y los demás deben respetar” (Documento de Puebla, n° 317). Convivamos sin discriminación alguna. ¡Feliz día de la raza!
P. Adrián Hernández Martínez, Vicario.
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