BOLETÍN DIGITAL No. 509 LA MISERICORDIA NOS LEVANTA Y SEGUIMOS A JESÚS
LA MISERICORDIA NOS LEVANTA Y SEGUIMOS A JESÚS
‒ 21 de septiembre: San Mateo Apóstol ‒
Estamos todavía en el mes patrio. Acabamos de celebrar un aniversario más del inicio de la independencia. El día de hoy se sigue gritando paz, se grita justicia, unidad y verdad. Tan solo una de nuestras preocupaciones en nuestro país es la economía, para ser más exactos la inflación, que al parecer cada vez va más arriba; otra preocupación es la utilización de los impuestos, que para muchos no se refleja en los servicios que nuestra población necesita.
Los impuestos son una contribución obligatoria (pago), destinada a fortalecer la economía del país; sirven para proveer de recursos al gobierno con la finalidad de canalizarlos en la educación pública, la impartición de justicia, la seguridad, la salud, los hospitales públicos, los medicamentos, la infraestructura carretera y demás servicios básicos y necesarios para el crecimiento del país. Estos recursos deben aplicarse según un Plan Nacional de Desarrollo.
En tiempo de Jesús también se pagaban impuestos. Él mismo pagó sus impuestos. Mateo era uno cobrador de ellos en Cafarnaúm, recaudaba las tasas que los judíos tenían que pagar a los romanos; cuando estaba sentado en su oficina, oyó una voz diferente. Era Jesús que le decía: “Sígueme” (Mt 9, 9), él se levantó y lo siguió para siempre. Esto implicaba abandonar una fuente de ingresos segura, aunque a menudo injusta y deshonrosa.
Mateo comprendió que la familiaridad con Jesús no le permitía seguir realizando actividades desaprobadas por Dios. También sabemos que fue el escritor de uno de los evangelios. Eusebio de Cesarea afirma: “Mateo, que antes había predicado a los judíos, cuando decidió ir también a otros pueblos, escribió en su lengua materna el Evangelio que anunciaba; de este modo trató de sustituir con un texto escrito lo que perdían con su partida aquellos de los que se separaba” (Benedicto XVI, Audiencia General, 30 de agosto 2006).
Por medio del Evangelio de Mateo seguimos escuchando todavía “la voz persuasiva del publicano Mateo que, al convertirse en Apóstol, sigue anunciándonos la misericordia salvadora de Dios” (Ibid.). No nos cansemos de meditarlo, para aprender también nosotros a levantarnos y a seguir a Jesús con decisión. ¿Te animas a seguirlo?
Javier Guillermo Pérez,
Integrante de la Pastoral de la Comunicación.
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