BOLETÍN DIGITAL No. 509 CUIDARNOS JUNTOS
CUIDARNOS JUNTOS
‒ Día Internacional Contra la Explotación Sexual y la Trata de Personas ‒
397 personas se contabilizan como víctimas de la plaga de la trata de personas entre enero y mayo de 2022, un aumento del 14 por ciento más que en los mismos meses de 2021, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). En un período más amplio, de enero del 2021 a julio de 2022, se estima que las víctimas de este delito llegan a las 340 mil en el país. Entre ellas, son las mujeres las principales víctimas por medio de la explotación sexual, quizás hasta el 72 % (jornada.com.mx/notas/2022/07/30).
El Día Internacional contra la Explotación Sexual y la Trata de Personas se celebra el 23 de septiembre desde 1999. La trata de personas consiste en la compra venta y explotación de niños y adultos, para diversos destinos como el tráfico de órganos, trabajos forzados, siendo la explotación sexual el destino más frecuente para niñas y mujeres. La explotación sexual es una lacra que solo es comparable al tráfico de drogas y de armas.
Los traficantes de personas se aprovechan de la pobreza, falta de educación y otras situaciones, para robar a los niños o adultos y venderlos a las mafias. Los videojuegos se han convertido también en mecanismos de enganche. A esto le agregamos que las tecnologías digitales están siendo utilizadas para identificar, controlar y explotar a las víctimas.
Una forma de violencia es la trata de personas, una herida abierta en el cuerpo de Cristo que nos afecta a cada uno de nosotros. Reconocer la dignidad de cada persona es algo fundamental: “¿Acaso no valen ustedes más que las aves?” (Mt 6, 26). La santa Josefina Bakhita muestra el camino de su transformación cuando Dios la cuidó y la “acompañó en el proceso de curación de las heridas causadas por la esclavitud hasta que su corazón, su mente y sus entrañas fueron capaces de reconciliarse, de liberarse” (Papa Francisco, 08/02/22).
Hay que cuidarnos juntos y así hacer realidad la acción de Dios en nuestra historia. Asimismo, hay que mantener viva la indignación y a encontrar la fuerza para comprometerse con determinación en esta lucha. “Óyeme niña, levántate” (Mc 5, 41). No hay que tenerle miedo a la arrogancia de la violencia y a no rendirse a la corrupción del dinero y del poder.
P. Florentino Lucas Valdez, Párroco.
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