BOLETÌN DIGITAL No. 499 “UNA NUBECILLA SUBE DEL MAR”

“UNA NUBECILLA SUBE DEL MAR”

‒ La Virgen del Carmen‒

Una de las imágenes que se pueden encontrar en el interior de nuestra Santa Iglesia Catedral es la de la Virgen del Carmen, signo de la gran devoción que se le tiene desde muchos años atrás en nuestra parroquia y que se le sigue venerando también por medio de su tan famoso escapulario. Se celebra su memoria cada 16 de julio en nuestra liturgia católica como “Nuestra Señora del Carmen”, patrona de los marineros. 

Carmen viene de Carmelo, “alto monte situado en la costa oriental del mar Mediterráneo, precisamente a la altura de Galilea, tiene en sus laderas numerosas grutas naturales, predilectas por los eremitas. El más célebre de estos hombres de Dios fue el gran profeta Elías, que en el siglo IX antes de Cristo defendió valerosamente contra la contaminación de los cultos idólatras la pureza de la fe en el Dios único y verdadero”. 

Así describe el Papa Benedicto XVI los orígenes de esta devoción y continúa: “Inspirándose precisamente en la figura de Elías, surgió la Orden contemplativa de los ‘carmelitas’, familia religiosa que cuenta entre sus miembros con grandes santos, como Teresa de Ávila, Juan de la Cruz, Teresa del Niño Jesús y Teresa Benedicta de la Cruz (en el siglo Edith Stein)” (Ángelus, 16 de julio de 2006). 

Los carmelitas “han difundido en el pueblo cristiano la devoción a la bienaventurada Virgen del Monte Carmelo, indicándola como modelo de oración, de contemplación y de entrega a Dios”, porque “María, fue la primera que creyó que Jesús, Verbo encarnado, es la cumbre del encuentro del hombre con Dios. Acogiendo plenamente su Palabra, llegó felizmente al santo monte, y vive para siempre, con el Señor”.

“Una nubecilla, como la palma de la mano, sube del mar” (I Re 18, 44). De aquí viene el nombre que también se le da “Estrella del Mar”, porque nos guía por las aguas difíciles de la vida hacia el puerto que es Jesús. "Pídele a la Santísima Virgen que sea la estrella que luzca en medio de las tinieblas de tu vida" (Santa Teresa de los Andes). Acudamos a su escapulario para que nos proteja, consagremos y ayude a llevar el yugo de Jesús en la oración.

Alondra Lizeth Sosa Hernández,

Integrante de la Pastoral de la Comunicación.


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