BOLETÍN DIGITAL No. 496 PASIÓN DE DIOS POR EL SER HUMANO
PASIÓN DE DIOS POR EL SER HUMANO
‒ El Sagrado Corazón de Jesús ‒
Cuando escuchamos decir a los jóvenes en la actualidad que van “entregar el corazón por alguien”, ¿qué quieren decir? Seguramente quieren expresar que van a dar todo por alguien que representa mucho, que quieren. Pero, a veces, esto es pasajero. Es cuando esta expresión carece de sentido o se dice buscando algún interés personal. ¿Es posible el amor?
El segundo viernes después de la fiesta de Corpus Christi, celebraremos la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús. En esta ocasión será el 24 de junio, fecha también en la que celebramos la solemnidad del nacimiento de san Juan Bautista. Pero, las celebraciones de las solemnidades del Señor Jesús tienen precedencia sobre las celebraciones de la Virgen María y de los santos. Por tal motivo, la natividad de san Juan Bautista se celebrará el 25 de junio.
En la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús “la Iglesia presenta a nuestra contemplación el misterio del corazón de un Dios que se conmueve y derrama todo su amor sobre la humanidad. Un amor misterioso que se nos revela como pasión de Dios por el hombre. No se rinde ante la ingratitud” (Benedicto XVI, homilía, viernes 19 de junio de 2009).
Más bien, “con infinita misericordia envía al mundo a su Hijo unigénito para que cargue sobre sí el destino del amor destruido; para que, derrotando el poder del mal y de la muerte, restituya la dignidad de hijos a los seres humanos esclavizados por el pecado. Todo esto a caro precio: el Hijo unigénito del Padre se inmola en la cruz: ‘Habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo’ (Jn 13, 1)”.
Este amor eterno tiene un símbolo: “su costado atravesado por una lanza. A este respecto, un testigo ocular, el apóstol san Juan, afirma: ‘Uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza y al instante salió sangre y agua’ (Jn 19, 34). En el Corazón de Jesús se expresa el núcleo esencial del cristianismo; en Cristo se nos revela y entrega toda la novedad revolucionaria del Evangelio: el Amor que nos salva y nos hace vivir ya en la eternidad”.
Este Corazón “nos invita a salir de nosotros mismos y a abandonar nuestras seguridades humanas para fiarnos de él y a hacer de nosotros mismos un don de amor sin reservas”.
Alondra Lizbeth Sosa Hernández,
Integrante de la pastoral de la comunicación.
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