BOLETÍN DIGITAL No. 487 DIOS NOS AMA POR ENCIMA DE LA MUERTE

DIOS NOS AMA POR ENCIMA DE LA MUERTE

 --La Pascua --

Hemos celebrado la Semana Santa con buena participación de la feligresía en cada uno de los días santos, incluso el Viernes Santo en la tarde que era el momento de menos afluencia. Habían pasado dos años sin celebrar la Semana Mayor abiertamente, las ganas de acercarse a Dios ante tantas situaciones difíciles que nos toca vivir y el hecho de que la mayoría de la población esté ya vacunada, pueden explicar esta participación numerosa en la fe.

Durante la Semana Santa nos sumergimos en el misterio de nuestra fe en las diferentes celebraciones en las que participamos. Contemplábamos a Jesús en su anonadamiento lavando los pies a sus discípulos, recordándonos que para ascender a Dios hay que descender en el servicio fraterno. En el viacrucis nos confrontamos con la realidad social, económica, ecológica, cultural, religiosa y eclesial que se vive en la Diócesis que, desde la cruz, nos llama a asumir compromisos personales y sociales. 

Jesús diciendo antes de morir en la cruz “todo está cumplido”, nos lleva a reflexionar que todos tenemos una misión que realizar en esta tierra y que, cuando llegue nuestro ocaso, también nosotros podemos decir estas palabras. En la Vigilia Pascual escuchábamos una noticia sorprendente: ¡Verdaderamente ha resucitado el Señor, aleluya! Y surgía la alegría. 

La Pascua es alegría. Y es que la resurrección de Jesús es el punto de partida para vivir ya desde ahora de una manera renovada y con un dinamismo nuevo. Resurrección que no es solo un recuerdo del pasado, sino que se sigue viviendo cada vez que se pasa de la muerte a la vida en nuestra historia de cada día. Por eso se afirma que la vida cristiana gira en torno al misterio pascual, pues “Si Cristo no resucitó vana es nuestra fe” (I Cor 15,14). 

La Pascua es la urgencia de vivir ya esta vida como un proceso de resurrección, muriendo a todo aquello que nos deshumaniza y resucitando a una vida nueva. Es hacer crecer en nosotros la vida, liberarnos del egoísmo estéril, iluminar nuestra existencia con una luz nueva, reavivar la capacidad de amar y de crear vida. Es cuando surge la alegría, esa confianza total en Dios que nos ama por encima de todo, incluso, por encima de la muerte. ¡Felices Pascuas de Resurrección!

P. Florentino Lucas Valdez, Párroco.

Comentarios

Entradas populares