BOLETÍN DIGITAL No. 483 EL DIOS DE LAS SORPRESAS
EL DIOS DE LAS SORPRESAS
--La solemnidad de la Anunciación del Señor--
Durante nuestra vida, ¿cuántas veces no hemos recibido noticias que nos suscitan muchos sentimientos? Para algunos la llegada de un nuevo ser nos emociona, nos llena de lágrimas o de miedo; también la pérdida de un familiar provoca el sentimiento de tristeza, rechazo e impotencia, etc. Pues bien, nadie está exento de recibir cualquier tipo de noticia o que se nos anuncie algo de manera sorpresiva y nos cimbre.
Durante el mes de marzo, que está dedicado a la mujer, es también ocasión para celebrar la fiesta de la Anunciación del Señor Jesús, el 25 de marzo, nueve meses antes de la Navidad. En efecto, la Anunciación que recibió María de parte del Ángel Gabriel fue el siguiente: “Vas a concebir y a dar a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús” (Lc 1, 31). Imaginemos la carga de sentimientos que sintió María al recibir semejante anuncio.
Después de que María dialoga con el Ángel se da cuenta que Dios no le impone nada, sino que le hace una propuesta a la que ella podía decir no, sin embargo, le responde: “Yo soy la esclava del Señor; cúmplase en mí lo que has dicho” (Lc 1, 38). Celebrar esta solemnidad es escuchar el “sí” que aportó María y que ayudó a que el plan salvífico de Dios se realizara. Su aceptación hizo posible el milagro de la Encarnación del Hijo de Dios.
María nos invita a ponernos “en una actitud de apertura, de corazón abierto a Dios: ‘Señor, lo que tú quieras, cuando tú quieras y como tú quieras’. Es decir, el corazón abierto a la voluntad de Dios… no enfadándose porque los días están llenos de problemas, sino yendo al encuentro de la realidad y sabiendo que en el amor ofrecido en cada situación, nos convertimos en instrumentos de la gracia de Dios… es poner nuestra vida en manos del Señor: que sea Él quien nos guíe” (Papa Francisco, Audiencia 18 nov. 2020).
Este anuncio es decisivo en la historia de la humanidad, pues el “Dios de las sorpresas” cambió el destino del hombre y lo hace a través de una humilde servidora como María. Así sucedió con la sorpresa del anuncio de la fundación de la Diócesis de Tuxpan hace 59 años, donde el “sí” de María resuena, engendrando y encarnando a Jesús en nuestras culturas.
Javier Guillermo Pérez, Integrante de la Pastoral de la Comunicación.
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