BOLETÍN DIGITAL No. 482 SAN JOSÉ, PROTAGONISTA SILENCIOSO

SAN JOSÉ, PROTAGONISTA SILENCIOSO

--Protector de la Iglesia--

“Con corazón de padre: así José amó a Jesús, llamado en los cuatro Evangelios el hijo de José” (Carta Apostólica Patris Corde, introducción). El 19 de marzo se celebra la solemnidad de San José, Patrono de la Iglesia Católica, proclamado así por el Papa Pio IX el 8 de diciembre de 1870. La Iglesia lo venera como patrono, por ser el esposo de María y el padre de Jesús, así “entró en el servicio de toda la economía de la encarnación” (PC n° 1).

San José acompañó amorosamente a Jesús en su crecimiento, obedeciendo la voluntad divina fue “llamado por Dios para servir directamente a la persona y a la misión de Jesús mediante el ejercicio de su paternidad”. Así se convirtió en un hombre de silencio, oración, obediencia y sencillez. “San José nos recuerda que todos los que están aparentemente ocultos o en segunda línea tienen un protagonismo sin igual en la historia de la salvación”.

Siendo el servidor de Dios que ayudó a criar al Señor del universo, poco aparece en los Evangelios. Sin embargo, cuando se le menciona es junto a la madre y al hijo. Con esto nos demuestra que su misión fue proteger a su familia: a María y a Jesús. Dios también le confió que custodiara su Iglesia, es por eso que estamos bajo la protección de San José. De esta manera, nos enseña también a nosotros ser protectores de la Iglesia, de la fe y de la familia. 

Por lo tanto, “cada persona que tiene hambre y sed, cada extranjero, cada inmigrante, cada persona sin ropa, cada enfermo, cada prisionero es el “niño” al que José cuida” (Catequesis del Papa Francisco sobre san José Patrono de la Iglesia, 16 de febrero 2022). Por eso estamos invitados a ser protectores como San José, a cultivar el silencio, escuchar la voz Dios en nuestros corazones para recibir su amor, en lo más profundo de nuestro ser. 

Pidamos la intercesión de San José para poder responder a la voluntad de Dios con ánimo y ternura en los momentos más difíciles de nuestras vidas. Pidámosle la valentía para poder enfrentarlos con sencillez e inteligencia y volver a retomar el camino con humildad, fuerza y paciencia, así como él lo hizo. Encontremos en San José ese padre amoroso y protector en el cual nos podemos refugiar, ¡San José, ruega por nosotros! 

Alondra Lizeth Sosa Hernández, Integrante de la Pastoral de la comunicación.


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