BOLETÍN DIGITAL No. 480 INTENSIFICAR LA VIDA DEL ESPÍRITU
INTENSIFICAR LA VIDA DEL ESPÍRITU
--La cuaresma--
Estamos muy cerca de vivir uno de los tiempos fuertes litúrgicos de la Iglesia: la cuaresma. Muchos de nosotros tal vez nos hemos preguntado cómo poder vivirla en estos tiempos de pandemia. Algunos quizá han vivido situaciones de angustia, ansiedad, duelo, enfermedad, problemas económicos, tantas y tantas cosas, pero en medio de estas experiencias descubrimos que Dios nunca nos ha dejado solos.
La cuaresma inicia con el Miércoles de Ceniza. La Iglesia utiliza el signo de la ceniza haciendo énfasis sobre nuestro origen y final. Hoy más que nunca la pandemia nos lo recuerda. Este gesto nos invita a recapacitar cómo la gracia de Dios se esconde en un gesto tan sencillo, pero profundo, que es capaz de cambiar el corazón de cada persona. “Un corazón arrepentido y humillado tú, oh Dios, no lo desprecias” (Sal 50,19).
“La Cuaresma es un tiempo propicio para intensificar la vida del espíritu a través de los medios santos que la Iglesia nos ofrece: el ayuno, la oración y la limosna” (Papa Francisco, mensaje para la cuaresma 2017). Se nos proponen 40 días para preparar una vez más nuestros corazones y nuestras mentes. “Vivimos en un tiempo contaminado por demasiada violencia verbal, inundados de palabras vacías.
El gran riesgo de vivir en medio de este bullicio es dejar de escuchar la voz del Señor. Por eso, la Cuaresma es tiempo para entrar en el desierto con Jesús” (Papa Francisco, Catequesis 26 febrero, 2020). Muchas veces nos proponemos mejorar o cambiar algo que sabemos que está mal en nosotros y, en ocasiones, no logramos cumplir nuestro propósito. Nos entristecemos y algunas veces decidimos no seguir esforzándonos.
Tenemos toda la cuaresma para inclinar la cabeza, doblar las rodillas, sentir dolor en el corazón, enrojecer de vergüenza y mirarnos cara a cara con el Crucificado. Que Él nos ayude en este camino hacia su resurrección, para que logremos orientar nuestra vida a su proyecto de vida plena y así celebrar el misterio de nuestra fe. ¿Estás listo para iniciar la preparación de nuestra gran fiesta de la muerte y resurrección de Jesús?
P. Adrián Hernández Martínez, Vicario.
AMÉN
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