BOLETÍN DIGITAL No. 467 LA ESPERANZA HA SIDO COLMADA

LA ESPERANZA HA SIDO COLMADA

-- El Adviento, la aurora vence a la oscuridad --

Comienza la cuenta regresiva, ¡Navidad está a la puerta! Muchos piensan ya en las posadas, la cena, los regalos, etc. Otros añoran estos momentos en los que los disfrutaban con sus seres queridos que, quizás, ahora ya no están. Todos tenemos una forma distinta de esperar esta temporada del año, pero, así como nos organizamos para la mayoría de nuestras actividades, la Navidad, con mayor razón, exige una preparación especial.

El Adviento es el período de preparación para celebrar la Navidad. Este domingo, 28 de noviembre, lo iniciamos y, con ello también, el comienzo del año litúrgico 2021-2022. El término adviento viene del latín adventus que significa venida o llegada. Su sentido es avivar en los creyentes la llegada de Dios a través del nacimiento del niño Jesús. El Adviento es celebrar que la esperanza ha sido ya colmada.

“El Señor mismo les dará una señal: He aquí que la virgen concebirá y dará a luz a un hijo y le pondrán el nombre de Emmanuel” (Is 7,14). Dios ha colmado la historia y la ha convocado al sentido y al gozo. De ahí que “la vida humana es una historia donde el amor se hace el protagonista indiscutible de todo. Sin él la vida no es vida y con Él todo se llena de sentido” (Fdez. Barrajón Alejandro, Adviento: La esperanza es hoy, Religión digital).

Son cuatro semanas en las que la corona de adviento, con el encendido de sus velas, nos ayudará a prepararnos al ritmo de la Palabra de Dios. El Adviento tiene dos partes: la primera, del primer domingo hasta el 16 de diciembre, nos centramos en la 2ª venida de Jesús al fin de los tiempos; la segunda, del 17 al 24 de diciembre, nos preparamos a la venida de Jesús a nuestra historia y que nosotros hemos de celebrar y proclamar. 

Adviento es Jesús mismo que ya está entre nosotros, buscando ser amado por todos por los caminos del amor y la justicia. ¿Vamos a dejar pasar el tren de la vida con sus desafíos por miedo o comodidad, aun cuando no hay otro? Podemos prepararnos alcanzando propósitos como rezar en familia, dar gracias a Dios por lo que nos ha dado, leer algún pasaje del Evangelio, seguir a Jesús en su perdón y en su misericordia con los necesitados.    

 Claudia Elizabeth Pérez de la Cruz, Coordinadora de la Pastoral de la Comunicación.


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