BOLETÍN DIGITAL No. 466 “ELLA CANTABA Y SE ACOMPAÑABA DE UN ÓRGANO”

“ELLA CANTABA Y SE ACOMPAÑABA         DE UN ÓRGANO”

-- Santa Cecilia, patrona de los músicos --

Cada 22 de noviembre se oye la agradable y alegre música de los mariachis en la Catedral, algún sindicato de músicos se acerca agradecido a misa, así como también algunos coros de la parroquia dan gracias por el servicio del canto que hacen a la comunidad de fe. Es a Santa Cecilia a quien veneran porque es patrona de los músicos y de los poetas. ¿Quién fue santa Cecilia? ¿Cuál es su historia?  ¿Por qué a esta santa se le asocia con la música? 

Una gran parte de la historia de santa Cecilia se conoce por las Actas del martirio, de mediados del siglo V. Integrante de una familia noble de Roma, la joven se convirtió al cristianismo, pero sus padres la casaron con Valerio. Cecilia logró que su marido respetara su virginidad en la noche de bodas y se convirtiera al cristianismo. Tiburcio, hermano de Valerio, ambos convertidos, daban sepelio a los mártires y, denunciados, fueron decapitados. 

Cecilia fue también denunciada y obligada a que se retractara de la fe cristiana. Al no lograrlo, fue condenada a morir ahogada en el baño de su propia casa, pero al sobrevivir la pusieron en un recipiente con agua hirviendo, aun así continuaba con vida. Fue entonces cuando se dio la orden de degollarla. Cecilia, herida tres veces con el hacha, expiró tras tres días de agonía el 22 de noviembre, en el 230 d. C., entre canticos a Dios (cfr. Aciprensa).

La reputación como patrona de la música se debe probablemente a un error de traducción de las Actas de su martirio, en las que la frase “Mientras sonaban los instrumentos musicales, ella le decía al Señor” se tradujo como “ella cantaba y se acompañaba de un órgano”. El error nunca fue aclarado, de ahí que el papa Gregorio XIII, en 1594, la canonizó y la nombró patrona de los músicos suscitando que su iconografía se enriqueciera de elementos musicales.

Porque al inicio de su conversión los canticos de la Iglesia fueron claves, san Agustín recomienda cantarle a Dios, “pero hazlo bien. El no admite un canto que ofenda sus oídos. Si se te pide que cantes para agradar a alguien entendido en música, no te atreverás a cantarle sin la debida preparación musical. ¿Quién se prestará a cantar con maestría para Dios que en nada desagrades a unos oídos tan perfectos?” (LH IV). ¡Felicidades músicos!

P. Florentino Lucas Valdez, Párroco.

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