BOLETÍN DIGITAL No. 461 HOLYWINS SÍ

HOLYWINS SÍ

-- La santidad de Dios toca nuestra vida --

“Holywins” es un juego de palabras que significa “la santidad vence”. Con esta actividad se quiere recuperar el verdadero significado del Día de Todos los Santos, solemnidad que no siempre se valora en nuestros ambientes eclesiales, eclipsado por el día de los fieles difuntos o por otras fiestas paganas. Esta iniciativa surgió en el año 2002 en Paris, Francia, y que, poco a poco, se ha ido extendiendo a muchos países del mundo. México no es la excepción.                                                                                                                                

El Papa Francisco nos recuerda que los Santos “son los testigos más autorizados de la esperanza cristiana, porque la han vivido plenamente en su existencia, entre alegrías y sufrimientos, poniendo en práctica las Bienaventuranzas”. La Iglesia quiere devolver a este día su verdadero sentido y celebrar a los que anónima y heroicamente siguieron a Jesucristo y que no aparecen en el calendario litúrgico, con una fiesta llena de alegría y esperanza. 

“Para un cristiano no es posible pensar en la propia misión en la tierra sin concebirla como un camino de santidad, porque esta es la voluntad de Dios: su santificación (1 Tes 4,3). Cada santo es una misión; es un proyecto del Padre para reflejar y encarnar, en un momento determinado de la historia, un aspecto del Evangelio” (GE 19). La vida de cada quien tiene una misión única en la que implica desarrollarnos plenamente.

“La solemnidad de Todos los Santos es nuestra fiesta: no porque nosotros seamos buenos, sino porque la santidad de Dios ha tocado nuestra vida”, afirma el Papa Francisco. Por ello, cada 31 de octubre, en vísperas de Todos los Santos, algunos se visten del santo de su devoción para transmitir el mensaje de Dios: “Sean santos porque yo soy santo” (I Pe 1,16). 

El objetivo es celebrar la festividad de todos los santos recordando a estas figuras ejemplares que son testigos de fidelidad a Jesús, esperanza y vida, para así contribuir aún más a un ambiente de belleza y celebración, porque la santidad gana. 

Celebremos la santidad de todos aquellos que siguieron y murieron por amor a Jesús. Pero también, “dejémonos estimular por los signos de santidad que el Señor nos presenta a través de los más humildes miembros” (GE 8) de su pueblo. Son los santos de al lado.   

Alondra Lizeth Sosa Hernández, Integrante de la Pastoral de la Comunicación.


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