BOLETÍN DIGITAL No. 457 LOS CATÓLICOS, ¿LEEN LA BIBLIA?

LOS CATÓLICOS, ¿LEEN LA BIBLIA?

-- Septiembre, mes de la Biblia --

El mes de septiembre sigue avanzando y, así como en fecha pasada celebrábamos la histórica independencia de nuestro territorio mexicano, es grato ahora traer a nuestra memoria que continuamos celebrando el mes de la Biblia. Si bien es cierto que las Sagradas Escrituras fueron escritas por humanos, estos autores han sido inspirados por el Espíritu Santo y es el mismo Dios quien nos habla a través de ellas. Pero, ¿los católicos leemos la Biblia?

En una encuesta aplicada a 10 feligreses católicos, se llegó a la siguiente conclusión: de 10 personas entrevistadas 8 tienen biblia, de los cuales solo 6 la leen en diferentes momentos: en angustia, en la soledad, en tiempos libres o como preparación para alguna actividad; además, 7 personas tienen al menos una cita bíblica favorita y, finalmente, las 10 personas sí conocen la división de la biblia. Por lo tanto, los católicos sí leen la Biblia. 

Dios Uno y Trino, en su gran bondad, ha querido comunicar al ser humano el misterio de su vida. De ahí que “la Palabra de Dios tiene su patria en la Trinidad, de la cual proviene, por la cual es sostenida y a la cual retorna, testimonio permanente del amor del Padre, de la obra de salvación del Hijo Jesucristo, de la acción fecunda del Espíritu Santo” (La Palabra de Dios en la vida y en la misión de la Iglesia, Instrumentum Laboris n° 9a).

Las Sagradas Escrituras son verdaderamente Palabra de Dios, orientadas a Jesús porque “ellas son las que dan testimonio de mí” (Jn 5,39). Para encontramos con Jesús, es necesario escuchar esta Palabra de Dios escrita, para hacer nacer el Verbo de Dios en nuestros corazones, ya que ella nos abre a horizontes llenos de sentido, a propuestas de libertad y a una plena madurez humana. Es una carta amorosa de las verdades de nuestra salvación. 

La Iglesia, comunidad de creyentes convocada por la Palabra de Dios, es el ámbito privilegiado en el cual podemos encontramos con Dios, que continúa hablando en la liturgia (especialmente en la Eucaristía), en la oración y en el servicio de la caridad. Se descubre la necesidad de poner nuestros cinco sentidos a la escucha, pues son “dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la ponen en práctica” (Lc 11,28). ¡Sigamos leyendo la Biblia!

Javier Guillermo Pérez, Integrante de la Pastoral de la Comunicación.


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