BOLETÍN DIGITAL No. 456 EL PODER DE LA PALABRA EN EL MICROFONO

EL PODER DE LA PALABRA EN EL MICROFONO

-- El Día del Locutor --

Éste 14 de septiembre se estará celebrando, a nivel nacional, el “Día del Locutor”. Es la ocasión para reflexionar sobre esta profesión que, lejos de ser rebasada por las redes sociales, se mantiene a la vanguardia gracias a éstas, las cuales le han dado al locutor la inmediatez para interactuar con sus radioescuchas. Pero, ¿Qué hay del locutor que, apoyándose en su profesión, decide llevar el Evangelio a su cabina y difundirlo? 

¡¡En lo personal, considero ha sido la mejor decisión!! Es la mejor manera de agradecer a Dios el don de tener esa facilidad de expresarse a través de la palabra humana que cautiva la atención del público, de llevar su Palabra a quien en muchas ocasiones está necesitado y, de esta manera, recibir la Buena Noticia del Evangelio que Jesús, nuestro Señor, tiene para cada uno de nosotros y despertar la fe y la esperanza, tan necesitadas en nuestros tiempos.

Quienes tenemos la oportunidad de estar frente a un micrófono y, al mismo tiempo, somos servidores de una comunidad parroquial, tenemos una doble responsabilidad: por una parte, nuestra profesión nos exige un contenido adecuado que ofrecer a la gente; por otro, nuestro servicio requiere que nos sintamos evangelizadores gozosos que realizan un apostolado, es decir, el sentirnos enviados por alguien con quien nos hemos encontrado: Jesús. 

“Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio a toda creatura” (Mc 16,15). Tenemos una misión especial, hacer discípulos, difundir el Evangelio, que es el amor y la misericordia de Dios, que suscita la salvación a todos los que se abren y creen en él. La celebración del “Día del Locutor” nos hace recordar a quienes nos desempeñamos en este medio, que tenemos el poder de un micrófono el cuál debemos utilizar con responsabilidad. 

“La cosecha es mucha y los trabajadores pocos. Rueguen, por tanto, al dueño de la mies que envíe trabajadores a sus campos” (Lc 10,12). Hagamos escuchar la Palabra de Dios en las ágoras de hoy, es decir, en los espacios públicos, para que reine entre nosotros aquellos valores que enaltecen a los seres humanos. Pidamos al que es la Palabra hecha carne nos bendiga a nosotros locutores y nos dé las palabras precisas para acompañar a su pueblo.

Claudia Elizabeth Pérez de la Cruz, Coordinadora de la Pastoral de la Comunicación.

Comentarios

Entradas populares