BOLETÍN DIGITAL No. 441 EL TRABAJO PASTORAL FUTURO

EL TRABAJO PASTORAL FUTURO

-- Por una Iglesia diocesana, signo de unidad --

La vacunación de la población sigue avanzando. Hasta el momento se han vacunado 20,082,038 personas en México. A los de 50 a 59 años nos tocó vacunarnos esta semana. Les toca ahora a los de 40 a 49 años. Aun con todo esto, en algún Estado de la república se habla de una tercera ola. Tenemos que seguir con las medidas sanitarias para vencer este virus. Solo así podemos retomar gradualmente las actividades pastorales parroquiales y diocesanas.

En este contexto se han retomado las actividades para continuar con la elaboración del Plan Diocesano de Pastoral. Con Monseñor Roberto, VI obispo de Tuxpan, queremos organizar el trabajo pastoral de los próximos años. Estamos en la preparación del marco de realidad, es decir, en detectar los hechos significativos que nos ha dejado la pandemia, tanto en el orden social como en lo eclesial-pastoral, buscando responder a los desafíos de hoy desde la fe. 

Este trabajo se había iniciado antes de la contingencia sanitaria. Se trata ahora de actualizarlo porque muchas cosas han cambiado, la vida no es la misma, han surgido nuevas necesidades. Nuestras comunidades parroquiales han aportado los dinamismos y las debilidades que se detectan en la diversidad diocesana. Un trabajo rico. No cabe duda que la apertura, la escucha y el diálogo son actitudes fundamentales para continuar con este trabajo tan enriquecedor.

Para todo esto se ha creado un equipo llamado “Marco Referencial”, de aproximadamente 20 personas, entre sacerdotes y religiosas, quienes “caminando juntos” buscan tener una visión objetiva, analítica y pastoral de la realidad, para que después asumiendo esta interpelación de la realidad, lo que podemos llamar “el llamado del Señor Jesús”, se vuelva en una Buena Noticia porque transforma la realidad y hace presente el Reino de Dios.

En la medida en que se cumplan estas metas podemos soñar en que este trabajo se vuelva una referencia imprescindible para nuestros trabajos pastorales futuros, de tal manera que sepamos qué es lo que se quiere, pero sobre todo que caminamos juntos como Iglesia de Jesucristo, siendo “signo e instrumento de la unión intima con Dios y de la unidad de todo el género humano” (LG 1), en medio de una sociedad dividida por las ideologías y la política.

P. Florentino Lucas Valdez, Párroco.