BOLETÍN DOMINICAL No. 445 “ME ENSEÑASTE DESDE NIÑO A ALABARTE” (Sal 70,17)

“ME ENSEÑASTE DESDE NIÑO A ALABARTE” (Sal 70,17) 

--La celebración de las Primeras Comuniones --

El próximo 24 de abril celebraremos las primeras comuniones del I grupo de niños. Para evitar conglomeraciones, por cuestión de la pandemia, se han formado dos grupos en el que solo participarán los papas y padrinos, buscando asimismo la aplicación de los filtros sanitarios necesarios. De esta manera estamos llegando a la parte final de este ciclo de catequesis infantil que se vio interrumpido allá por marzo de 2020.

Hablar de la primera comunión es oportunidad para descubrir que la fe cristiana es un proceso en el que se necesita ser iniciado, desde pequeño en la familia, en la experiencia del amor de Dios, manifestado en la entrega total de Jesús: “Me enseñaste desde niño a alabarte y seguir alabándote es mi orgullo” (Sal 70, 17). A esto se le llama iniciación cristiana. Nuestras familias tendrían que decir: “Hemos conocido el amor que Dios nos tiene” (1 Jn 4,16). 

Todo esto implica que, en la transmisión de la fe, “los padres vivan la experiencia real de confiar en Dios, de buscarlo, de necesitarlo, porque sólo de ese modo una generación pondera tus obras a la otra, y le cuenta tus hazañas (Sal 144,4) y el padre enseña a sus hijos tu fidelidad (Is 38,19)” (Amoris Laetitia no. 287). Es cuando veremos a nuestras familias perfilarse como iglesias en casa y, a la vez, como fermento evangelizador en la sociedad.

La catequesis infantil parroquial busca acompañar al niño a tener un encuentro con Jesús, suscitando o renovando la fe bautismal, para que, iniciando en la participación en el banquete eucarístico y, con la fuerza del Espíritu Santo, sea discípulo misionero en la comunidad de fe y en el mundo de hoy. Para alcanzar esta meta se necesitan tres años de catecismo.

El primer año de iniciación tiene como propósito suscitar en el niño un encuentro con Jesús, culmen de la Historia de la Salvación, que lo lleve a aceptarlo en la fe, don recibido en el bautismo, en el seno de la comunidad. Acompañar al niño a experimentar a Jesús como un amigo cercano que lo ama y que lo salva en el sacramento del Bautismo, lo llevará agradecido a vivir la fe en una comunidad. Jesús resucitado hace presencia de muchas maneras, lo hará compartiendo su vida nueva a los niños de la primera comunión. Continuará…  

P. Florentino Lucas Valdez, Párroco.

Comentarios

Entradas populares