BOLETÍN DIGINTAL No. 433 SÍMBOLOS PASCUALES
SÍMBOLOS PASCUALES
--Cincuentena Pascual--
El Domingo de Resurrección o de Pascua es la fiesta más importante para todos los católicos, ya que con la Resurrección “Cristo triunfó sobre la muerte y con esto nos abrió las puertas del Cielo”. Durante cincuenta días la Iglesia celebra a Jesucristo Resucitado. La liturgia pascual está llena de signos que nos muestran el rostro del Resucitado y su presencia entre nosotros.
1.- La luz: “Jesús es la luz del mundo” (Juan 8,12). Su resurrección es la luz que disipa definitivamente las tinieblas del pecado y de la muerte. La liturgia de la Iglesia recrea este misterio de la luz con el fuego de la vigilia pascual y con el cirio, su simbólica imagen resucitada, su nuevo y definitivo icono pascual.
2.- El himno del Gloria: Es un himno festivo, de alegría, de alabanza. Un himno trinitario, es decir, dirigido a la Trinidad: Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. Se canta en las solemnidades, en las fiestas y todos los domingos.
3.- El agua: “Jesucristo es el agua viva, el manantial de la vida y la fuente de esperanza,” (cf. Juan 4,11). El agua es signo de vida, purificación y de fecundidad. Con el agua renacemos a la vida nueva por el bautismo. La liturgia pascual venera de modo especial el agua bendecida en la noche santa y en esta agua renueva nuestra fe y promesas bautismales.
4.- La Palabra: La resurrección estaba presente en la entraña misma de las Escrituras, de la Palabra de Dios. Jesucristo es la Palabra de Dios encarnada. La vigilia pascual tiene por ello una liturgia especial de la palabra.
5.- El incienso: El incienso es uno de los símbolos de la divinidad. En la liturgia cristiana es también expresión de adoración y veneración. El incienso es usado especialmente en las liturgias pascuales. “Suba nuestra oración, Señor, como incienso en tu presencia” (Sal 141,2).
6.- El aleluya: Jesucristo, en sus apariciones, llama a sus apóstoles y discípulos a la alegría. El “aleluya” es utilizado en la liturgia pascual de manera permanente. La alegría, el aleluya, debe ser una de las características de los cristianos.
7.- La misión: “Vayan a Galilea…”, “¿Qué hacen mirando al cielo? “Vayan y prediquen el Evangelio a todas las personas…”. (Mateo 28,19) La pascua no puede esperar. La gloria en nosotros y para nosotros del Resucitado no puede esperar. El cielo no puede esperar. Pero el cielo sólo se gana en la tierra: “Yo estaré con ustedes siempre hasta la consumación del mundo” (Mateo 28,20).
P. Adrián Hernández Martínez, Vicario.
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