BOLETÍN DIGITAL No. 427 “MIREN, ESTAMOS SUBIENDO A JERUSALÉN…” (Mt 20,18)

“MIREN, ESTAMOS SUBIENDO A JERUSALÉN…” (Mt 20,18)

--Mensaje para la Cuaresma 2021-- 

El Papa Francisco en su Mensaje para la Cuaresma 2021, nos recuerda que este tiempo litúrgico es tiempo de conversión para renovar “nuestra fe, saciando nuestra sed con el agua viva” de la esperanza y recibiendo con el corazón abierto el amor de Dios que nos convierte en hermanos en Cristo.

El pontífice afirma, que “la vía de la pobreza y de la privación (el ayuno), la mirada y los gestos de amor hacia el hombre herido (la limosna) y el diálogo filial con el Padre (la oración) nos permiten encarnar una fe sincera, una esperanza viva y una caridad operante”. En este sentido, el Papa ofrece tres consejos para vivir el camino cuaresmal.

1. La fe nos llama a acoger la Verdad y ser testigos.

La fe nos llama a acoger la Verdad y a ser testigos, ante Dios y ante nuestros hermanos. “En este tiempo de Cuaresma, acoger y vivir la Verdad que se manifestó en Cristo significa ante todo dejarse alcanzar por la Palabra de Dios. Esta Verdad no es una construcción del intelecto, destinada a pocas mentes elegidas, superiores o ilustres, sino que es un mensaje que recibimos y podemos comprender gracias a la inteligencia del corazón, abierto a la grandeza de Dios que nos ama antes de que nosotros mismos seamos conscientes de ello”.

2. La esperanza como “agua viva” que nos permite seguir nuestro camino.

Por otro lado, hace alusión a la esperanza como “agua viva” que nos permite continuar nuestro camino. En este sentido, invita a los fieles a “saciarnos del perdón del Padre en su corazón abierto”. “Al recibir el perdón, en el Sacramento que está en el corazón de nuestro proceso de conversión, también nosotros nos convertimos en difusores del perdón. El perdón de Dios, también mediante nuestras palabras y gestos, permite vivir una Pascua de fraternidad”.

3. La caridad, la expresión más alta de nuestra fe y esperanza.

Finalmente, recuerda que la caridad, vivida tras las huellas de Cristo, mostrando atención y compasión por cada persona, es la expresión más alta de nuestra fe y nuestra esperanza. “Vivir una Cuaresma de caridad quiere decir cuidar a quienes se encuentran en condiciones de sufrimiento, abandono o angustia a causa de la pandemia de Covid-19. En un contexto tan incierto sobre el futuro, ofrezcamos con nuestra caridad una palabra de confianza, para que el otro sienta que Dios lo ama como a un hijo”. 

El Santo Padre, concluye su mensaje recordando que “cada etapa de la vida es un tiempo para creer, esperar y amar”.

P. Adrián Hernández Martínez, Vicario.


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