BOLETÍN DIGITAL No. 425 “LO QUE NUESTROS PADRES NOS CONTARON NO LO OCULTAREMOS”
“LO QUE NUESTROS PADRES NOS CONTARON NO LO OCULTAREMOS”
--Los padres, primeros maestros de la fe--
Allá por finales de octubre de 2020, escribía sobre la necesidad de una catequesis virtual parroquial, pero esto implicaba iniciar un proceso con sus diferentes etapas que dio inicio con un acercamiento a la realidad digital de las familias, después se pasó a la elaboración de los formatos digitales de los temas del catecismo, siguió la capacitación de los catequistas, parar llegar finalmente a la aplicación de ésta catequesis. Gracias a Dios lo hemos logrado.
El sábado 30 de enero se tuvo una reunión virtual con los papás y mamás de los niños de catecismo que tuvo como finalidad recordar primeramente que la familia es el lugar donde los padres se convierten en los primeros maestros de la fe para sus hijos, ese espacio donde se hace el anuncio familiar de la fe: “Lo que oímos y aprendimos, lo que nuestros padres nos contaron no lo ocultaremos” (Sal 78,3) y así percibir la hermosura de la fe (cfr. AL no.16).
Enseguida se dio a conocer el calendario de los temas de catecismo que quedaron pendientes porque, como también ya lo habíamos dicho, el ciclo no se ha terminado debido a la pandemia desde marzo de 2020. Las catequesis se impartirán del sábado 6 de febrero al sábado 27 de marzo, a través de la plataforma Zoom con el siguiente horario: I nivel (iniciación), 9:30 horas; II nivel (comunión), 11 horas; III nivel (confirmación), 12:30 horas.
Como parte de la educación de la fe de los niños se decidió celebrar una misa virtual infantil mensual. Es fundamental tener en cuenta que la catequesis está estrechamente “unida a toda la acción litúrgica y sacramental, porque es en los sacramentos y sobre todo en la Eucaristía donde Jesucristo actúa en plenitud para la transformación” (CT 23) de cada uno de nosotros, porque si no el catecismo tiene el riego de quedarse solo en la mente y no llegar al corazón.
Algunos padres de familia expresaban su sorpresa de que el curso de catecismo se había perdido. En efecto, por una parte, la pandemia vino a paralizar nuestra vida; por otra, el adaptarse a las nuevas circunstancias nos ha llevado tiempo, así como la elaboración del material como fruto de un proceso. Nos encomendamos a la Virgen de la Asunción para que, con los ojos puestos al cielo, sigamos sembrando a Jesús en el corazón de los niños.
P. Florentino Lucas Valdez, Párroco.
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