BOLETÍN DIGITAL No. 423 “PERMANEZCAN EN MI AMOR” (Jn 15)
“PERMANEZCAN EN MI AMOR” (Jn 15)
--Jornada de oración por la unidad de los cristianos 2021--
El pasado 18 de enero inició el Octavario de oración por la unidad de los cristianos, que convoca a creyentes de diferentes confesiones cristianas, con el afán de colaborar en el deseo de Jesucristo: “Permanezcan en mi amor y darán fruto en abundancia” (Jn 15, 5-9), es el tema y texto bíblico que animará la jornada.
El cual refleja la vocación a la oración, a la reconciliación y a la unidad de la Iglesia. Esta semana de oración se celebra tradicionalmente del 18 al 25 de enero, entre las festividades de la confesión de San Pedro y la conversión de San Pablo.
Para el octavario de la Semana de Oración por la Unidad del 2021, se reflexionó el siguiente itinerario de oración: Día 1: Llamados por Dios: “No me eligieron ustedes a mí, fui yo quien los elegí a ustedes” (Juan 15, 16), Día 2: Madurar internamente: “Permanezcan unidos a mí, como yo lo estoy con ustedes” (Juan 15, 4), Día 3: Formar un solo cuerpo: “Amar los unos a los otros como yo lo he amado” (Juan 15, 12), Día 4: Orar juntos: “Ya no los llamaré siervos ... A ustedes los llamo amigos” (Juan 15, 15), Día 5: Dejarse trasformar por la Palabra: “Ustedes ya están limpios por la palabra…” (Juan 15, 3), Día 6: Acoger a los demás: “Pónganse en camino y den mucho fruto” (Juan 15, 16), Día 7: Crecer en unidad: “Yo soy la vid; ustedes, los sarmientos” (Juan 15, 5) y Día 8: Reconciliarse con toda la creación: “Para que participen en mi alegría y su alegría sea completa” (Juan 15,11).
La preocupación por los más “pobres”, y el “fortalecimiento en las sociedades el principio de solidaridad y mostrar hospitalidad a los débiles y perseguidos”, fueron estos los énfasis expresados por el Papa Francisco durante la Semana de Oración. La unidad sigue siendo aún más imprescindible, el anhelo, la urgencia y la esperanza. Durante esta Semana de oración por la unidad de los cristianos aprovechemos para orar y profundizar nuestra fe con el fin de encontrar a Dios en todas las múltiples maneras en que se nos revela.
La Semana de Oración es el momento en que la obediencia que las Iglesias deben a Cristo respecto a ser uno “para que el mundo crea” (Jn, 17,21) se hace plegaria humilde y esperanzadora. La espiritualidad de la Semana hace que la tarea se ponga bajo la perspectiva del don, sabiendo que la unidad finalmente es el don divino de la realización humana.
P. Adrián Hernández Martínez, Vicario.
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