BOLETÍN DIGITAL No. 421 “LOS CIELOS SE RASGABAN” (Mc 1,10)

“LOS CIELOS SE RASGABAN” (Mc 1,10)

--2021, Año de san José: por una valentía creativa--

Ha pasado la primera semana completa de este 2021 con tres crisis: la económica (la gasolina ha subido de precio, alza que impactará seguramente en el aumento de otros productos), sanitaria (¿será conveniente vacunarse contra el covid-21?, ¿cuándo llegará la vacuna y cuándo me tocará?) y política (ya empieza a sentirse las campañas electorales donde una vez más la gente será manipulada con ayudas económicas), con un fuerte impacto en mucha gente que se hunde en una angustia profunda: ¿Qué porvenir nos espera en este 2021?

Podríamos llenarnos de angustia real o creada, pero somos también creyentes que conciben la vida en su dimensión trascendente, que entienden la existencia desde el Ser último que ha venido a nuestra carne para hacerla suya en su amor en Jesús de Nazaret, quien “vio que los cielos se rasgaban” (Mc 1,10). Jesús siente que Dios habla de nuevo, que rompe su silencio para llenarnos de esperanza. Es “su Hijo, que vino desde el silencio” (Ignacio de Antioquía).

Si a esto le agregamos que el 2021 está dedicado a san José, con motivo del 150 aniversario de la declaración del santo como patrón de la Iglesia universal, podemos sacar dos grandes lecciones. La primera, mantener la confianza en Dios en las tormentas de la vida, como él lo hizo ante las dificultades que se le presentaron en la protección del niño y de su madre. 

La segunda lección, aplicable a la situación sanitaria, es su saber estar en segundo plano, sin buscar protagonismo, pero siempre muy atento, recordándonos que los que están aparentemente ocultos tienen un protagonismo sin igual en la Historia de la Salvación. No saldría sobrando hacerse el propósito, en este año dedicado a san José, de profundizar en los siete apartados que tiene la reciente carta de Papa Francisco sobre el santo.

San José es el padre de la valentía creativa Cuando nos enfrentamos a alguna dificultad podemos o bajar los brazos, o buscar soluciones. A veces las dificultades sacan a relucir lo mejor de nosotros mismos. Nos preguntamos por qué Dios no interviene directamente. Olvidamos que Él actúa a través de acontecimientos y personas. Así lo hizo con san José, que encontró un lugar a María para que diera a luz. Nada de angustias, seamos valientes creativos.

P. Florentino Lucas Valdez, Párroco.

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