BOLETÍN DIGITAL No. 420 “MIRA QUE HAGO UN MUNDO NUEVO” (Ap 21, 5)
“MIRA QUE HAGO UN MUNDO NUEVO” (Ap 21, 5)
--Proyecto 2021: ciudadanos construyendo el bien común--
Hemos iniciado el año 2021, lo deseábamos con ansia porque se cierra una ventana y se abre otra, siempre con la esperanza de encontrar otro paisaje en nuestras existencias que nos permita descubrir que el horizonte de nuestro caminar se ensancha. Es el horizonte del Reino de Dios que suscita la novedad en la historia de los seres humanos con el nacimiento del niño Jesús, una novedad que renueva todo: nuestro ser, el amor, las relaciones humanas. “Mira que hago un mundo nuevo” (Ap 21, 5). Lo nuevo es propio de nuestra fe, así es Dios.
Llegar al 2021 es entrar en esta novedad de Dios que quiere hacernos nuevos: “Saldrá un vástago del tronco de Jesé, y un retoño de sus raíces brotará” (Is 11, 1), aun con todas las dificultades que vamos enfrentando y que en muchas ocasiones van minando nuestro espíritu, el sentido de estar aquí, nuestras convicciones que sustentan nuestras vidas. ¡Es una dicha seguir vivos! y, aunque la vida sea hoy más frágil y vulnerable, no deja de ser preciosa, lo es más porque pide ser cuidada, es todo lo que tenemos, pero es mucho: un don maravilloso.
Comenzar un año nuevo todavía en el ambiente de la Navidad, donde hemos celebrado el nacimiento del Niño Dios en medio de la adversidad, la pobreza y la sencillez, pero también en el sacrificio y en el amor, nos puede activar la esperanza en este momento de la historia en el que nos sigue afligiendo la pandemia por todas partes. La vida pide sacrificio, esfuerzo y entrega. El niño Dios lo ha hecho por nosotros. Y nosotros, ¿cómo le corresponderemos? Queremos que la pandemia se acabe, pero no queremos asumir compromisos de ser mejores.
Una de las expresiones exquisitas del amor es el bien común. San Pablo nos recuerda que los dones recibidos tienen como finalidad la construcción del bien común: “A cada cual se le otorga la manifestación del Espíritu para provecho común” (I Cor, 12,7). El bien común pide ciudadanos exquisitos, inquietos críticos y comprometidos con el amor en las cosas públicas. ¿Qué tanto estamos dispuestos a sacrificarnos para alcanzar el bien común? ¿Habremos captado que la pandemia nos empuja a salir de nuestro egoísmo e individualismo? La situación del país en su crisis económica y social así lo exige. ¡Bienvenido 2021!
P. Florentino Lucas Valdez, Párroco.
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