BOLETÍN DIGITAL NO. 412 "DERRIBADOS PERO NO VENCIDOS" --XXXV Asamblea Diocesana de Pastoral--

"DERRIBADOS PERO NO VENCIDOS" 

--XXXV Asamblea Diocesana de Pastoral-


El pasado 5 y 6 de noviembre del 2020, se llevó a cabo la XXXV Asamblea Diocesana de Pastoral de nuestra Diócesis de Tuxpan. En esta ocasión la asamblea se llevó a cabo de modo virtual a través de la plataforma Zoom. El titulo para esta asamblea fue “La Iglesia Diocesana ante el COVID-19”. 

En la Lectio divina se meditó el Evangelio de Marcos 6, 45-52; los elementos más sobresalientes fueron: 1) Embarcarnos en la misión implica asumir muchos riesgos, 2) La Pandemia nos ha permitido valorar nuestras fuerzas y recursos, e incursionar en nuevos escenarios para la evangelización., 3) Es imprescindible superar el miedo para contemplar el rostro de Cristo.

Después los expositores destacaron “Algunos aspectos de la situación social: en la salud, la economía y la paz en nuestra Diócesis”. En México existe una violencia estructural manifestada en un sistema que viola los derechos humanos. También se habló acerca del Aspecto eclesial de la Diócesis en este momento histórico, destacando lo siguiente: a) Debemos mirar la realidad como seguidores de Jesús, con ojos de fe, con corazón de pastores, b) En este tiempo es importante saber discernir lo que Dios nos quiere decir en la realidad que estamos viviendo, c) La Pandemia nos ha enseñado que estábamos frágiles en algunas pastorales.

En el tema “La Iglesia que se renueva ante el Covid”. Se destacó aquellos elementos que no cambian en la Iglesia, pues, le son inherentes: 1) Debemos salir del yo temeroso al yo renovado por el don de sí mismo, 2) Debemos derribar nuestras barreras, para convertirnos en Iglesia en salida, 3) Urge convertirnos en portadores de una Palabra que consuela y abre a la esperanza, 4) Debemos intensificar la sinodalidad.
Es importante asumir también la actitud de discernimiento ante la realidad que estamos viviendo. La pandemia ha venido a transformar nuestras vidas. En medio de la incertidumbre, no hemos de tener miedo. Estamos ante una oportunidad para redescubrir el sentido de nuestra vida, para purificarnos y renovarnos. Haciendo una lectura profética de la realidad, nos lleva a poner atención a los  signos de los tiempos y traducir el Evangelio al hoy de nuestra historia. 

En estos tiempos difíciles (pandemia), hay que mostrarnos al mundo como personas de fe y esperanza. Dios nos llama a generar esperanza en esta situación que nos toca vivir. San Pablo decía que “nos vemos derribados, pero no  vencidos” (2Cor 4,9). Estas palabras  nos  deben de motivar a remar mar adentro en esta “nueva realidad” viviéndola como un nuevo kairós, como una oportunidad.

P. Adrián Hernández Martínez, 
Vicario.

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